Estábamos tardando mucho en traer los beneficios del cítrico por excelencia: el limón.
Utilizado «en crudo», cocinado con carne, pescado, postres, desayunos… se trata de, probablemente, el cítrico más polivalente de todos.
Haciendo un repaso rápido, como viene siendo común en el resto de los cítricos, los limones poseen una gran cantidad de vitamina C que ayuda, como ya sabemos, en la absorción de hierro para luchar contra la anemia; mejorar la salud cardiovascular; favorecer la eliminación de cálculos renales…
Pero vamos a centrarnos en las cualidades propias de los limones.
Quizá, el beneficio más llamativo es su poder antioxidante. Entendamos que abusar de los limones no nos va hacer permanecer jóvenes eternamente (ojalá), pero sí que nos va a ayudar a eliminar toxinas de nuestro cuerpo, principalmente del hígado.
Los limones también ayudan a mantener el ph del cuerpo, especialmente a todos los que consumáis mucha carne roja, café, aditivos o alimentos refinados.
Y, como dato que a much@s os interesará, también es bueno para prevenir el sobrepeso y metabolizar la grasa corporal .
Por último, no nos podemos olvidar que también os sirve como aromatizante para el hogar, para eliminar olores de electrodomésticos como el lavavajillas, y, lo más importante, como insecticida natural, que ahora con la llegada del calor y la proliferación de mosquitos y moscas, ayuda bastante.