La granada es una fruta propia del otoño que se caracteriza por tener una piel gruesa y dura por el exterior mientras que por dentro podemos encontrar una gran cantidad de semillas rodeadas de una jugosa y carnosa pulpa en color rubí. Esta fruta destaca por su poder antioxidante así como por ser rica en vitaminas. Su exquisito sabor así como su bajo valor calórico (escaso contenido en hidratos de carbono), convierten a la granada en una de las mejores frutas para poder comerla entre horas o como postre. Su principal componente es el agua y entre los nutrientes destaca principalmente su aporte mineral en potasio. Por tanto, comer granadas significa que mejoraremos el flujo sanguíneo al corazón, reduciremos los riesgos de ataques cardiacos y mantendremos las arterias libres de grasas, entre otras ventajas.
A continuación, en Eco-Citric os vamos a enumerar otras propiedades para la salud que podemos encontrar a la hora de consumir las granadas:
En cuanto a cómo podemos comernos las semillas de la granada, existen dos opciones: o bien frescas y enteras o bien mediante su zumo. En el primer caso, deberemos partir la granada por la mitad y dar unos golpes en la parte de la cáscara con la ayuda de una cuchara para despegar las semillas poco a poco. Una vez sacadas, las podemos poner en un bol y comerlas con la ayuda de una cucharada. También las podemos añadir a la ensalada, a los yogures o a otros platos. Pero si lo que te apetece es un zumo de granada, deberás extraer las semillas y pasarlas por una licuadora. Intenta no apretar mucho para que el sabor no sea muy ácido. De ser así podrás solucionar el problema del sabor añadiendo un poco de azúcar morena, miel o stevia. También podrás mezclar el zumo de la granada con manzanas, naranjas o zanahorias, entre otros ingredientes, para conseguir una saludable y refrescante bebida repleta de vitaminas.